La Revolución Agrícola del Neolítico: Un punto
Dominic Mateo Calambas Quira.
La Revolución Agrícola del Neolítico, ocurrida hace aproximadamente 10.000
años, marcó un punto muy importante en la historia humana. Este evento
transformador cambió la forma en que los seres humanos vivían, se alimentaban y
se organizaban. Según Diana Uribe (2019), la domesticación de plantas y
animales no fue solo un proceso técnico, sino también un proceso de cambio
cultural y social que permitió el crecimiento de las poblaciones humanas y la
emergencia de sociedades más complejas. La agricultura permitió la producción
de alimentos en grandes cantidades, lo que a su vez permitió el crecimiento de las
ciudades y la emergencia de civilizaciones complejas.
Yuval Noah Harari (2014) considera que la Revolución Agrícola fue un punto de
inflexión crucial en la historia humana, que permitió el crecimiento de las ciudades.
La agricultura permitió la producción de excedentes alimentarios, lo que a su vez
permitió la especialización laboral y el crecimiento económico. Sin embargo, Uribe
(2019) destaca la importancia de la participación de las mujeres en la agricultura y
la domesticación de plantas, lo que les permitió un mayor control sobre la
producción de alimentos y la economía doméstica. Por otro lado, Harari (2014)
argumenta que la agricultura no necesariamente mejoró la salud y la felicidad
humanas, ya que la dieta se volvió menos variada y la vida sedentaria aumentó la
vulnerabilidad a enfermedades.
Además, la agricultura permitió la emergencia de estructuras sociales jerárquicas y
la explotación de los trabajadores (Harari, 2014). Uribe (2019) también destaca la
relación entre la agricultura y la desigualdad, ya que la propiedad de la tierra y los
recursos se concentró en manos de unos pocos. Esto llevó a la emergencia de
clases sociales y la estratificación social, lo que a su vez influyó en la forma en
que se distribuyeron los recursos al igual que en la toma de las decisiones
políticas.
La Revolución Agrícola también tuvo un impacto significativo en la relación entre
los seres humanos y el medio ambiente. La agricultura permitió el crecimiento de
la población y la expansión de las ciudades, lo que llevó a la deforestación y la
pérdida de biodiversidad (Harari, 2014). Sin embargo, Uribe (2019) argumenta que
la agricultura también permitió el desarrollo de prácticas más sostenibles y la
conservación de recursos naturales.
En conclusión, la Revolución Agrícola del Neolítico fue un evento transformador
que cambió la forma en que los seres humanos vivían, se alimentaban y se
organizaban. Las perspectivas de Diana Uribe y Yuval Noah Harari destacan la
importancia de considerar los aspectos culturales, sociales y económicos de este
evento. La agricultura permitió el crecimiento de las ciudades y la emergencia de
civilizaciones complejas, pero también llevó a la desigualdad y la explotación de
los trabajadores.
La Revolución Agrícola también nos enseña sobre la importancia de la
sostenibilidad y la conservación de recursos naturales. En la actualidad, es
fundamental considerar los impactos ambientales y sociales de la agricultura y
buscar formas más sostenibles de producir alimentos y distribuir recursos
Finalmente, es importante destacar que la Revolución Agrícola no fue un evento
aislado, sino que forma parte de un proceso histórico más amplio que ha llevado a
la emergencia de las sociedades complejas que conocemos hoy en día.
Lista de referencias:
Harari, Y. N. (2014). Sapiens: Una breve historia de la humanidad. Debate.
Uribe, D. (2019). La revolución agrícola y el cambio social. Revista de
Antropología Social, 28(1), 11-25.
Todo este tema de la revolución agrícola es un tema muy fundamental que trasciende hasta nuestros días y es interesante como el autor plantea este orden de ideas o debate de lo que proponen los autores Yuval Harari y Diana Uribe sobre este tema, resaltando muchas ventajas que trajo consigo pedo también las desventajas o problemas que se produjeron.
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