Keynes: una visión crítica a la Ley de Say y los clásicos.
Brian Steven Ceron Canencio.
Formulada por Jean-Baptiste Say, la ley que lleva su nombre establece que la oferta crea su
propia demanda. Es decir, los costos de producción y los ingresos generados serán siempre
gastados en bienes y servicios, equilibrando así la economía, este es un modelo económico de
autorregulación del mercado el cual fue adoptado por los economistas clásicos y neoclásicos,
desde los tiempos de Smith, Ricardo, pasando por Walras y Marshall, fue aceptada la ley de Say,
junto con la escuela neoclásica, que transformo la ley de Say y la formalizo, incorporándola en su
modelo más importante, la teoría de equilibrio general propuesta por Walras.
Desde los tiempos de Say y Ricardo los economistas clásicos han enseñado que la oferta crea su propia
demanda – queriendo decir con esto de manera señalada, aunque no claramente definida, que el total de los
costos de producción debe necesariamente gastarse por completo, directa o indirectamente, en comprar los
productos. (Keynes: 1936, p. 28)
para su desgracia, fue John Maynard Keynes quien objetó la validez de esta, al analizar la
economía de una manera mucho más objetiva, donde el dinero no es simplemente una reserva de
valor, unidad de medida o un agente neutral de las transacciones, demostrando el rol activo que
tienen la demanda de dinero y las expectativas empresariales, analizando el papel del dinero en
la economía monetaria moderna, señalando que en la economía monetaria real, el dinero no es
neutral y hay una demanda de dinero por motivos como transacciones, precaución y
especulación, por esto Keynes señala que los supuestos de la teoría clásica son simplificaciones
tan grandes de la realidad que solo son válidas en un caso especial, y que a medida que la
sociedad va avanzando, empiezan a ser más obsoletos por lo que terminan siendo desastrosas si
se intentan aplicar a hechos reales. Dado que, en una economía de trueque, el dinero no sería
necesario ya que el consumo y el ahorro se dirigirían directamente a la producción. Sin embargo,
en una economía monetaria como dice Keynes, el dinero se demanda no solo para facilitar
intercambios, sino también por motivos adicionales los cuales impiden alcanzar una demanda
efectiva plena y el pleno empleo. Keynes identifico estos motivos bajo el concepto de
preferencia por liquidez la cual es un factor importante que influye en cómo las personas eligen
entre mantener su riqueza en forma líquida o invertirla, y esta preferencia está vinculada al costo
de oportunidad del dinero, que se refleja en la tasa de interés, en contraste con la visión de los
economistas clásicos, que sostienen que la tasa de interés se ajusta para equilibrar la oferta y la
demanda de fondos prestables en el mercado de ahorro e inversión, sin embargo Keynes
argumenta que la tasa de interés no siempre logra este equilibrio, la preferencia por liquidez
puede afectar la relación entre la oferta y la demanda de dinero, lo que a su vez puede influir en la
tasa de interés.
El hecho de que parte del ingreso de cada individuo, no se consuma, ni tampoco se ahorre o invierta en el
sistema financiero, se debe a que una parte de este ingreso se demanda en forma líquida o dinero, no solo
para facilitar los intercambios, sino también debido a que la información y el contexto en el que están
inmersos los agentes los conduce a esto, obstaculizando así que la demanda efectiva sea igual a la plena
capacidad productiva de la economía; esto se debe a la existencia de incertidumbre, por eso los individuos
buscan refugio, buscan protegerse ante las posibles eventualidades del futuro, que pueden ser positivas o
negativas (Keynes, 1936).
Señalando que ante la incertidumbre los individuos demandaran más dinero, dado que los
individuos se sienten mas seguros con el dinero que sin él, sin importar si por la inflación su
dinero está perdiendo valor, acumulando riqueza en forma de dinero, precisamente porque el
mundo real es muy dinámico y el futuro es incierto. Por lo que el dinero afecta la forma en que se
toman decisiones, la manera en que se comportan, debido a que el dinero es útil para los
individuos, en más de una forma, no solo permite el intercambio por lo que las relaciones de tipo
monetario son vitales, haciendo que la producción no se demande totalmente, esto se debe a que
una parte del ingreso se destina a la demanda de dinero, haciendo que el ingreso no se demanda
totalmente debido a que siempre el factor ahorro no importa por cual método se haga, variando
así el consumo de los individuos en respuesta a un cambio en sus ingresos, por otra parte el
ahorro es igual a inversión, esto se debe a que, el ahorro es la parte del ingreso que no se destina
al consumo y sirve como una reserva financiera que impulsa el crecimiento económico. En lugar
de quedarse inactivo, este excedente se convierte en inversión, financiando proyectos que
contribuyen al desarrollo de la economía, por lo que si existe una variación de la tasa de interés
esta generará a una variación del consumo y por lo tanto el ahorro, y si la variación se presenta en
el ingreso dará para a una variación en la inversión. Dado que cuando la tasa de interés sube la
del consumo desciende, haciendo que tanto ahorro como gastos decrezcan, así mismo la demanda
de inversión, según la perspectiva de Keynes, se basa en dos elementos clave: la Eficiencia
Marginal del Capital (EMK) y la tasa de interés (r). Estos factores son fundamentales en las
decisiones empresariales y tienen un impacto directo en el ahorro, el empleo y la producción en
una economía, La diferencia entre la Eficiencia Marginal del Capital (EMK) y la tasa de interés
(r) determina el estímulo para invertir.
Cuando la EMK supera significativamente la tasa de interés, se crea un fuerte incentivo para que
los empresarios realicen inversiones. Cuanto mayor sea esta diferencia, mayor será el estímulo
para emprender nuevos proyectos o expandir los existentes, lo que a su vez impulsa el empleo y
la producción en la economía. “dependiendo de las expectativas empresariales, se demandará más
o menos inversión, ello a su vez que determina el nivel de producción y por lo tanto de empleo”
(Keynes, 1936). Resaltando la importancia de la Eficiencia Marginal del Capital (EMK) y su
estrecha relación con las estimaciones monetarias del valor que tendrán en el futuro los bienes
durables y la tasa de interés, estos elementos actúan como el puente principal entre el presente y
el futuro en la economía, lo que determina la transformación del dinero en bienes durables, esta
conexión entre el pasado y el futuro es fundamental para comprender la dinámica de la economía
monetaria. Por lo que el dinero desempeña un papel crucial como el principal puente temporal en
la economía, conectando el pasado, el presente y el futuro. Sin embargo, la durabilidad de los
bienes también juega un papel significativo en la economía, ya que esta característica temporal
afecta la escasez relativa de los bienes, influyendo en los inventarios y en la EMK, la vida útil
extendida de los bienes duraderos lo cual impacta las expectativas de los inversionistas afectando
de la misma manera el nivel de inversión en la economía, la incertidumbre en la economía, la
dificultad de predecir cuales son los rendimientos que se obtendrán y la tasa de interés futura,
cuando la inversión se basa únicamente en una EMK alta debido a expectativas injustificadas,
especialmente en un entorno de incertidumbre, se refuerza la fragilidad humana y del mercado, lo
que puede desencadenar crisis y la presencia constante de ciclos económicos. la teoría keynesiana
proporciona una perspectiva más realista y dinámica de la economía, desafiando las
simplificaciones de la teoría clásica, demostrando el absurdo de la ley de Say y una economía
donde al dinero solamente se le ve como un medio de pago, sin contar los múltiples factores que
como menciona Keynes tiene detrás y que de no ser tomados en cuenta se pueden generar crisis.
Referencias:
Barón Ortegón, B. A. (2017). Keynes: ley de Say y demanda de dinero. Bogotá. https://nbn-
resolving.org/ urn:nbn:de:0168-ssoar-58090-9.
Steven Jorge Pedrosa (2016). Ley de Say. [online] Economipedia.
https://economipedia.com/definiciones/ley-de-say.html.
Keynes desafió la idea de que la oferta siempre genera su propia demanda, demostrando que el dinero no es solo un medio de intercambio, pues mostró como nuestra incertidumbre sobre el futuro y las expectativas empresariales pueden afectar nuestras decisiones económicas, haciéndonos preferir tener dinero aun si pierde valor con la inflación en momentos de crisis. Pues es interesante como se resalta que lo que pensamos que va a pasar en el futuro puede afectar lo que hacemos hoy, especialmente cuando se trata de invertir dinero. Esta forma de ver las cosas desafia las ideas básicas sobre economía, recordándonos que entender cómo la gente decide es crucial para prevenir problemas económicos.
ResponderBorrarEl texto aborda la Ley de Say y su aceptación por parte de los economistas clásicos y neoclásicos, destacando la objeción de John Maynard Keynes. La crítica se centra en la visión más objetiva de Keynes sobre la economía, desafiando la idea de que la oferta siempre crea su propia demanda. Se resalta el papel activo de la demanda de dinero y las expectativas empresariales, demostrando que los supuestos simplificadores de la teoría clásica son obsoletos en el dinámico entorno económico real.
ResponderBorrarKeynes cuestiona la neutralidad del dinero y la teoría de la tasa de interés, introduciendo la preferencia por liquidez y la incertidumbre como factores determinantes en las decisiones económicas. Se destaca la importancia del dinero como puente temporal en la economía, conectando pasado, presente y futuro. La relación entre la Eficiencia Marginal del Capital, la tasa de interés y las expectativas empresariales se resalta como clave para entender la dinámica económica, desafiando las simplificaciones de la teoría clásica.
La ley de Say posteriormente retomada por los clásicos indica que toda oferta genera su propia demanda lo que implica que todos los costos de producción deben gastarse por completo en la producción, por el contrario Keynes indica que el dinero no solo se utiliza para realizar transacciones inmediatas, sino que también se puede utilizar para generar inversiones dependiendo de la tasa de interés vigente, así pues no siempre se cumple que la tasa de interés se ajusta para generar un equilibrio entre oferta y demanda como indican los clásicos. Es importante mencionar que hay una parte del ingreso que no se invierte ni se ahorra, esta es utilizada para que haya liquidez en la economía ocasionando que no se llegue al postulado clásico de que la oferta genera su propia demanda, finalmente recordar que cuando la Eficiencia Marginal del Capital supera la tasa de interés, los empresarios incrementan las inversiones.
ResponderBorrarEl contraste entre la ley de Say y la crítica de Keynes revela dos perspectivas fundamentales sobre el funcionamiento de la economía. Mientras que Say sostiene que la oferta crea su propia demanda, Keynes argumenta que esta suposición es simplista y no refleja la complejidad de la economía moderna. Say confía en la autorregulación del mercado y en la capacidad del sistema para alcanzar el equilibrio automáticamente, mientras que Keynes enfatiza la influencia activa del dinero, las expectativas empresariales y la incertidumbre en las decisiones económicas.
ResponderBorrarEl texto aborda una perfecta comparativa entre dos ideas distintas, la ley de say que nos dice que toda oferta genera su propia demanda argumentando que los costos de producción y los ingresos generados se gastarán en bienes y servicios, lo que equilibrará la economía. Sin embargo, Keynes cuestiona esta idea al considerar el papel activo del dinero y las expectativas empresariales en la economía monetaria moderna. Keynes sostenia que el dinero no es solo un medio de pago, sino que también cumple funciones importantes como reserva de valor y unidad de medida.
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