Valor del Dinero
Carlos Daniel Perez
Desde la aparición del homo-sapiens y su evolución se han dado grandes revoluciones que han traído muchos beneficios y por las cuales hoy en día rige el mundo. Desde cómo sobrevivir hasta tener la mayor comodidad posible. El ser humano se ha visto en la necesidad de moldear la naturaleza hostil, con el fin de satisfacer de una mejor manera las necesidades que han ido surgiendo a lo largo de la existencia del hombre. Transformando la materia prima ordinaria que nos ofrecía el planeta en un nuevo factor más útil que nos permitiera comenzar con un proceso de producción. Fue tal vez el impulso que necesito la humanidad para lograr lo que hasta ahora se ha logrado. Un ejemplo de esto es el avance del dinero, el cual ha ido cambiando con las diferentes etapas de la historia. Esto se puede observar en el principio de la revolución agrícola, donde se usaba como método de pago bultos de trigo, sal, y demás productos. Estos fueron reemplazados por la moneda, que a su vez reemplazó el papel moneda, y este se ve reemplazado por las tarjetas o dinero virtual.
A raíz de esto podríamos decir que se inició la creación de uno de los factores de producción más importantes, como es el método de intercambio de bienes y servicios que más adelante se le llamaría comercio y el cual abarca muchos de los conceptos económicos que son esenciales para un buen desempeño.
El comercio nace a partir del trabajo donde se agrega valor a los objetos naturales de las comunidades primitivas. Sucede que no todos los grupos de personas producían las mismas cosas. Unos se dedican a la cosecha, otros a la crianza de ganado y algunos a trabajar en el lodo. Después de eso, las tribus pudieron intercambiar lo que necesitaban. Pero ¿qué pasa si alguien necesita algo y lo cambia y no está satisfecho con el producto? Había una ventaja. El dinero, la mercancía más popular, era el oro y otros metales. Como tal, el dinero era objeto de valor aceptado para el pago de bienes y servicios tales como: B. Era una moneda creada para estandarizar los valores de cambio y no había contradicción en el cambio. Porque el templo donde se recogían las monedas se llamaba Juno Moneta. 1200 aC Se utilizan las primeras monedas en China. Más tarde también se utilizaron en otras culturas. Los griegos fueron los primeros en poner la cara del rey en sus monedas, luego se crearon las monedas electrónicas, una aleación de oro y plata. Mucho más tarde, en el siglo IX, se utilizó por primera vez el papel moneda. Creado para facilitar el comercio. Era mucho más conveniente llevar un papel con él que ir a todas partes con muchas monedas. Les dio cupones para que pudieran recolectar dinero en cualquier momento. Fueron el primer papel moneda y representaban dinero, mercancías. El siguiente gran hito económico se produjo en 1950 con la tarjeta de crédito. La primera tarjeta se emitió en 1978. Actualmente, más del 70% de la población la utiliza. Y como si eso no fuera suficiente, el progreso continúa. Google desarrolló Google Web en 2011. Con él, puedes pagar con tu teléfono móvil sin meterlo en la cartera. Nació Android. Cada vez más personas se despiden de las billeteras para el resto de sus vidas y pagan solo por teléfono. Actualmente, el más utilizado es Nequi, que te permite pagar pequeñas cantidades al instan
Es importante considerar que el valor del dinero signo descansa en la confianza que el público tiene en que puede utilizarse como medio de pago generalmente aceptado, ya que a diferencia del dinero papel, no tiene ningún respaldo en términos de metales preciosos, y lo mismo ocurre con el dinero en forma de monedas. Ahora bien, si no tuviéramos esa confianza en el signo del valor del dinero no existiría el comercio como tal y aunque ahora ya no tenemos dinero mercancías sino dinero Fiat, el dinero vale porque tenemos fe en que lo podemos cambiar por bienes y servicios y si lo pensamos, el dinero no tiene por qué representar oro, bultos de trigo o conchas preciosas. Es fundamentalmente una representación del trabajo. Con él nos pagan el trabajo que hacemos y pagamos el trabajo. que otros hacen para nosotros por lo tanto hay que valorarlo y saber en qué invertirlo
Es así como la economía siempre se adecua al contexto histórico del hombre surgiendo otra necesidad de entender mejor el intercambio de bienes y servicios. Dando pie al origen de conceptos de valor de cambio y valor de uso que nos ayudarán a comprender de una manera muy eficaz el método de pago. Así el valor de cambio es descrito como la aptitud que tiene un objeto para proporcionar otros bienes distintos. Este valor de cambio se mide por medio del dinero y del trabajo. Este trabajo se ve en dos ópticas: primero, lo que cuesta el trabajo, es decir, el trabajo empleado para conseguir un objeto; y segundo, lo que vale para él: el trabajo que, a cambio de ese objeto, puede exigir a otra persona. En esta medida, para que los individuos y las sociedades puedan prosperar deben intercambiar desde los intereses individuales que tengan éstos. Así, lo importante del intercambio es el valor de cambio. No cabe duda de que A. Smith está adherido a un mercantilismo a ultranza, centrado en que la riqueza de las naciones estriba en el capital del que pueda disponer el Estado como consecuencia de una balanza comercial favorable. y el. El valor de uso se refiere a las características clave de un producto o servicio que satisfacen una necesidad particular y miden la utilidad que obtiene durante su vida útil. Es decir, la felicidad que proporciona a los consumidores mientras se desgasta hasta la obsolescencia o deterioro irreparable. En este punto, el usuario cambia el producto por otro producto.
Como hemos visto en el punto anterior, los bienes pueden sufrir un proceso de mercantilización llegando a convertirse en dinero. El valor de cambio estriba así en el intercambio de dinero y, no tanto, de mercancías. Desde el tiempo de Marx para acá eso se ha agudizado y es una causa del resquebrajamiento económico de la actualidad. Desde hace unas décadas atrás el problema se ha hecho más profundo porque el valor de cambio asociado al intercambio de mercancías ha pasado a otras dimensiones. En la actualidad, las cosas no son hechas para la construcción social, sino para intercambiarlas como mercancía. Sweezy decía que el automóvil como valor de uso va a cubrir las necesidades de transportación de los seres humanos. El valor de cambio del mismo automóvil será entonces la sofisticación y el lujo con que se hacen los automóviles. El lujo del objeto está por encima de la funcionalidad de este. Y este aspecto puede ampliarse a todo el espectro social. Aclaramos que es necesario el consumo para que las economías se desarrollen con normalidad; lo que no es válido es que se enajenen las cosas que tienen una utilidad social ponderable. Además, como hemos anotado anteriormente, la enajenación se da también a partir del ocultamiento del trabajo socio histórico bajo la mercancía. Más aún, cuando esta práctica de la mercantilización pasa a otras esferas, se trata de algo más profundo: se da una ideologización. Lo ideológico consiste no sólo en presentar este proceso de mercantilización propio del capitalismo como algo natural y bueno, sino como la única y la mejor salida a los problemas del mundo. Desde hace algunas décadas atrás hasta nuestros días, el planeta vive el consumo no sólo como algo que intercambiamos, sino que lo hemos hecho una necesidad como algo necesario, como una forma de vida. El consumo es un valor contracultural que se ha hecho cultura.
Bibliografía
BAUDRILLARD. Jean. (1972) Crítica de la economía política del signo. Trad. de Aurelio Garzón del Camino. Siglo XXI, México, 1979
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