Sociosfera del Imperio Otomano

 Danna Isabella Fuentes Ordoñez



El estado otomano fue uno de los imperios más poderosos de la historia que se mantuvo por más de 600 años, surgió en Asia menor durante el descenso del imperio selyúcida, empezando como uno de los estados turcos más pequeños que en su auge alcanzo un extenso territorio; parte de Europa, Asia y África. La riqueza y prestigio de este gran imperio se debía a su centrada organización, tuvo un excelente control de su territorio teniendo así en su dominio importantes rutas de comercio, proporcionándole considerables ingresos al imperio. 

Para hablar de la Sociosfera del imperio otomano voy a situarme entre 1520 y 1580. En términos generales en cuanto a su pirámide social funcionaba igual que las demás de la época, se encontraban en la cima de la pirámide la nobleza y la burocracia, clases altas y privilegiadas, en medio, se encontraban los sectores sin ningún privilegio político; comerciantes, artesanos y campesinos. Hasta abajo se encontraba los que carecían de derechos, es decir siervos y esclavos. Desde mi perspectiva esta parte de la historia tenía un poco del modo de producción feudalista y del modo de producción esclavista. 

En la organización política del imperio otomano, en lo más alto se encontraba el sultán siendo la máxima autoridad, en el contexto de los años mencionados se estaría hablando del sultán Solimán el magnífico como era conocido, quien residía en el palacio imperial, Tupkapi, el cual representa un parte importante de la historia del imperio otomano simbolizando el inmenso poder que llego a tener este imperio. Este palacio está ubicado en Estambul, considerada la capital del imperio otomano. 

El palacio imperial se componía de dos partes: una interna, que era la residencia particular del sultán (máxima autoridad política, especie de rey), y otra externa que era la sede del gobierno central” (Felipe Pigna, 17 de octubre del 2022). En esta base de administración central de gobierno era donde se encontraba la oficina del gran Visir que vendría siendo equivalente a la figura de un canciller o primer ministro, este personaje se consideraría la segunda máxima autoridad después del sultán o también era visto como su representante. Uno de los mas reconocidos en este cargo fue Ibrahim Pasha designado por el sultán solimán, y a quien se le respetaba igual que a él. En los rangos inferiores al cargo del gran Visir se encontraban los pashas, que era un título que tenían algunos hombres con un limitado poder político inferior, como era el caso de algunos gobernadores, o también eran designados pashas hombres con altos cargos militares.

En el harén, donde residía el sultán, su madre, esposa, hijos, esclavas y eunucos, también existía una jerarquía, en donde incluso las concubinas tenían la posibilidad de escalar y obtener poder sobre las otras. “El puesto más alto era el de Valide Sultán, la madre del sultán reinante, esposa o concubina del padre del sultán que así ascendía al rango supremo en el harén.” (Wikipedia, sep 2022). En la cima de esta pirámide se encontraba Ayse Hafsa la madre del sultán quien además fue la primera en recibir el título de madre sultana o valide sultán y era quien administraba el harén, tenía un extenso rango de poder sobre todos ahí, el único que podía cuestionar sus decisiones era el mismo sultán. “Durante los siglos XVI y XVII, la consorte principal del sultán recibió el título de haseki sultan o sultana consorte.(Wikipedia, sep 2022). Las siguientes en la jerarquía eran las consortes del sultán, quienes también recibían un título que diferenciaba su rango de poder, en la cima de esta escala se encontraba la consorte principal del sultán, que recibía el título de Haseki y podía influir sobre las decisiones del sultán incluso exteriormente en la política, tenía un amplio poder y podía ser dueña de múltiples riquezas, este título se le dio a Hürrem sultan, quien es considerada una de las sultanas más poderosas y con más influencia del imperio otomano. Seguidamente se encontraban las otras consortes del sultán, quienes recibían el título de kadin, debajo de ellas las ikbal quienes eran las afortunabas que compartían el lecho con el sultán en repetidas ocasiones, estas también eran las concubinas que tenían hijos del sultán, y hasta abajo en esta escala se encontraban las favoritas del sultán, básicamente las mujeres que le gustaban. También estaba externos a esta jerarquía las esclavas que se dedicaban únicamente al servicio de las esposas y la madre del sultán, y también los eunucos, que eran hombres castrados, así que no se les consideraba hombres, la razón de esto era porque se encontraban al servicio del harén en donde no podían entrar hombres, únicamente el sultán.  

“Las odaliscas y cariyes con las que el sultán compartía su lecho podían llegar a convertirse en miembros de la dinastía y ascender de rango para alcanzar el estatus de Gözde (Favorita), Ikbal (Afortunada) o Kadin (Mujer/Esposa).(Wikipedia, sep 2022). De esta manera una concubina del harem, podía escalar en esta jerarquía, dándole hijos y convirtiéndose en su esposa, como el caso ya mencionado de Hurrem quien fue una esclava del imperio otomano y se convirtió en una poderosa sultana y madre del que sucedería al sultán Solimán. 

La mayoría de esclavas que llegaban al harén tenían entre 15 y 16 años, quizá menos incluso, eran arrebatadas de sus familias, quienes eran asesinadas en muchas de las ocasiones, la mayoría venían de otros estados que eran invadidos por los otomanos o sus aliados, y al llegar separaban a las mujeres bellas que serían convertidas en las concubinas que le darían entretenimiento al sultán, muchas eran ofrecidas como regalo para este y eran entrenadas únicamente para este acto de entretener, les enseñaban a bailar y la forma en cómo debían tratar al sultán, quien por si siempre les doblegaba la edad.

En cuanto a los hijos del sultán, para el imperio otomano, la educación y formación de estos era muy importante, “La formación se basaba en el Corán. Se pedía a los alumnos que memorizaran el Corán. Los que no pudieron hacer eso, lo leían entero y memorizaban algunas partes. Aparte se enseñaba escribir, matemáticas y cómo hacer las prácticas religiosas. El niño que había memorizado todo el Corán ya podía pasar a aprender temas de etimología, lingüística, literatura e historia.” (Costumbres y Tradiciones de los Turcos dic 2014). 

A medida que la sucesión se acercaba con la muerte del sultán y cuando quedaban muchos príncipes para la sucesión, este antes de morir decidía quien era el más apto para el puesto, y solo podía sucederlo una vez muriera, no obstante, el nuevo sultán por una criminal tradición asesinaba a sus hermanos hombres y a los hijos de estos, hombres también, con el fin de evitar cualquier rebelión o guerra civil por el poder, esto también aplicaba para los hijos del sultán que se ganaban el aprecio de las fuerzas militares o la población otomana, se consideraban traidores representando un riesgo para el sultán, entonces debían ser asesinados, como fue el caso de Mustafa, el primogénito del sultán Solimán que fue asfixiado con un lazo por orden de su padre.  Para cuando Selim II el hijo de Hurrem, sucesor del sultán Solimán, era el único príncipe que quedaba para el puesto, todos sus hermanos habían muerto, por enfermedades o asesinados por la misma razón de la disputa por el poder en la que también se encontraban implicadas sus madres a quienes les convenía que sus hijos se convirtieran en el sultán. Claramente las mujeres hijas del sultán, no tenían muchas posibilidades de acceder a ese poder, sin embargo, en el caso Mihrimah Sultán, hija de Hurrem, se dice que su padre le delegaría este poder a ella, en caso de que ninguno de sus hermanos viviera para convertirse en sultán, a pesar que esto no ocurrió, Mihrimah fue una de las sultanas más ricas de todo el imperio, su riqueza superaba incluso la del sultán Selim II.  


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