Prologo sobre este extravagante capitulo
Tomas Santiago Suaza Barón
Talvez uno de los libros que un antropólogo puede disfrutar sin mesura alguna es: “De animales a Dioses” del famoso autor Yuval Noah Harari. Un libro que cuestiona los cimientos del conocimiento antropocentrista de una manera única. Donde, nos da a entender un sentido más profundo ontológicamente lo que significa “Ser un ser humano”. Por eso me es útil dar a conocer algunas de las palabras que dijo el famoso filosofo Teilhard de Chardin sobre el ambiguo pero relevante concepto de la realidad humana: “No acepta una ciencia de la naturaleza que ignore al hombre, ni del hombre que ignore a la naturaleza. Pero el hombre esta al término de una evolución cósmica en cuya línea continua, y no puede situársele sin aquella” (Chardin, p.115 1965). Con lo cual, logramos entender que el hombre se encuentra en esa busqueda de saber cual es su papel en el complejo mecanismo que es el universo.
Yuval Noah Harari nos promote una mirada diferente al contexto de realidad humana. Donde, propone tres tipos de revoluciones importantes que dieron origen al presente que en el momento conocemos (revolucion cognitiva, revolucion agricola, revolucion tecnologica o cientifica). En este capitulo referenciaremos las dos primeras revoluciones que le sucedieron al hombre desde una mirada extravagante, donde nuestros personajes llenos de sangre y sudor tendran que aprender cual es el verdadero papel del hombre en un universo que guarda cierta simetria con la realidad prosaica de cada persona.
Sin mas preambulos, recuerden que: “El norte nunca olvida”.
Bibliografía del prologo
Chardin, T. d. (1965). La antrpología de Teilhard de Chardin. Europa: Estudios. Obtenido de https://racimo.usal.edu.ar/1236/1/abr1965_la_antropologa_de_teilhard_de.pdf
El orgullo de los caminantes blancos
—Sansa es una niña inteligente, es elocuente y demuestra que tiene la misma Valentía que su padre — Comenta Flement Brax a su hijo mientras este le ayuda a diseccionar el cadáver de una persona que ya se encontraba en un alto estado de descomposición.
—Pero tengo algo contra ella, es demasiado sentimentalista y toma decisiones sin racionamiento alguno, decisiones que no solamente le afectan a ella, sino que también afectan a todo Winterfeld— Continúa hablando Brax a su hijo mientras logra extraer del cadáver un órgano muy parecido al cerebro humano.
—¡Qué raro!, mi pregunta es: ¿Por qué el cerebro de esta persona se encuentra en tal mal estado sabiendo que el cadáver fue encontrado recientemente? — Se auto pregunta Brax mientras meticulosamente observa el intento de cerebro en sus manos.
—¿Acaso un cadáver se puede encontrar en tal mal estado si únicamente fue sepultado hace unos tres días? — se pregunta Brax con cara de interrogación intentando responder el meollo del asunto.
— Y también tengo otra pregunta: ¿Por qué este cadáver se encontraba fuera del cementerio de Winterfeld sabiendo que fue enterrado en este lugar recientemente? —comenta Brax a su hijo mientras lo mira a los ojos buscando cualquier sinónimo de desconfianza en su semblante.
—¡No lo sé padre!, me encontraba cazando sapos en el bosque cuando vi una montaña de nieve de una manera demasiado extraña— Ilustra su hijo Robert Blax a Lord Blax mientras este lo mira directamente a los ojos.
—Me acerqué con miedo dado que en esta parte del bosque casi nunca va nadie, cuando moví la extraña montaña, ¡Me di cuenta que era una persona! y lo primero que hice fue ir a verte. Dado que, eres la única persona que sabe de medicina en Winterfeld y, además, eres el único sepulturero que queda con vida en esta parte del reino— Comenta Robert con una lagrima en su ojo y casi tartamudeando cada palabra.
—¡Pues hiciste bien querido Robert!, Nadie más que yo sabe más de anatomía del cuerpo humano en este reino, por lo cual me parece extraño que un cuerpo se descomponga de una manera tan rápida en medio del Norte —Finalmente explica Lord Blax a su hijo mientras este observa la extraña criatura de una manera desconfiada.
Robert Blax era uno de los Lores más querido por los habitantes de Winterfeld, tenía una gracia única que identifica a los buenos médicos del resto de sabios y magos y, además, gracias a su conocimiento profundo en sepultura, podía administrar el cementerio y la cripta del castillo de Winterfeld sin ningún problema. Pero algo paso ese día, algo que dejo atónito al mejor sabio de todos los tiempos, había acabado de encontrar una anomalía en el proceso de descomposición humana que no lograba entender. En el norte un cuerpo enterrado se suele demorar más de 3 meses en descomponerse quimera mente. Pero en este caso, el cuerpo que había enterrado hace menos de tres días en el cementerio central ya se encontraba totalmente descompuesto, lo cual alarmo seriamente a Lord Blax.
Lord Blax decide por esta razón escribir una carta a Lady Sansa, comentándole la anomalía y solicitando dinero para lograr comprar herramientas para una posible investigación futura, cuando siente que alguien se acerca a su caballa.
—¿Papa sientes ese cambio inesperado en la temperatura? —comenta Robert a su padre mientras este frota sus manos buscando entrar en calor.
—¡Vete a tu habitación Robert!, algo extraño se encuentra afuera— grita Lord Blax a su hijo mientras este lo obedece sin rebeldía alguna.
Mientras el niño corre a su habitación despavorido, Lord Blax voltea a ver las ventanas de su cabaña y se da cuenta que por una extraña razón que se han congelado completamente. Decide entonces empuñar la espada que le dejo su padre antes de morir en la guerra de rebeldía contra los Targayen y esperar su futuro de una forma inédita.
Cuando Blax se da la vuelta para asegurarse de que la vida de su hijo se encuentra a salvo se da cuenta que él y su hijo no son los únicos que están en la cabaña, un ser desprovisto de todo sentimiento alguno se encuentra observando fijamente los ojos del cadáver que yace en la mesa principal.
—Katso, mitä pieni lohikäärmelasi voi tehdä yhdelle sotilastani— comenta el ser desprovista de alma al cadáver que casi se encuentra descompuesto en su totalidad.
—Et ole ainoa, joka puhuu päitä typerässä maailmassa— le comenta Lord Blax al extraño ser.
—¿Acaso crees que eres el único sabio en el mundo? — Le grita Lord Blax mientras aprieta fuertemente su espada listo para utilizarla.
—¡No eres el único ser que se puede comunicar con el resto del mundo en un finlandés fluido! — Comenta Lord Blax mientras alza su espada listo para atacar a la extraña criatura.
Es en este momento cuando la espada de Lord Blax se congela y procede a partirse en mil pedazos con únicamente la mirada fija del extraño ser, lo que hace que Blax caiga al suelo despavorido por el extraño suceso y mire con terror a aquella extraña criatura.
—Los humanos son graciosos, creen que son el juez de todas las criaturas que los acompañan en su vaga existencia en este planeta. Creen que tienen el control de todas las situaciones por que pueden usar la tecnología de una manera única. Pero, la verdad es que en realidad son los seres más indefensos que podemos encontrar en este mundo, ¡mírate, sin tu espada no eres nada! Desde que tus antepasados descubrieron la agricultura por accidente a comenzando el apocalipsis en este mundo, únicamente piensan en su supervivencia. Pero, dejan a un lado la vida del resto de seres que también merecen vivir, talan los árboles que les da la sustancia para poder respirar, matar a los animales por deporte cuando en realidad no necesitan de su carne. Y piensas que yo soy un monstruo, si en verdad deseas ver a un monstruo deberías ver a tu rey que únicamente utiliza la guerra como medio para saciar todos sus deseos— comenta la extraña criatura mientras mira a los ojos a su futura víctima.
—Tu cosmovisión siempre se ha encontrado equivocada. Dado que, únicamente fuiste capaz de crear a un ser antropomorfo como medida de todas las cosas, sabiendo que tú en realidad no eres la medida de nada. Comenzaste a construir reinos de más de 5000 personas cuando en realidad no conocías los sentimientos y pensamientos de cada uno de tus vecinos. Pero, esto solamente lo hiciste porque en realidad no te importaba la vida de tus compatriotas, únicamente te importaba tu seguridad y como sabias que mientras más individuos allá en una sociedad mejor es la seguridad, decidiste ignorar las leyes de la naturaleza para comenzar a regirte por las leyes de tu racionalidad, mas no te preocupes, he traído mi reino hacia vosotros con la única intensión de acomodar las partes de la balanza— comenta el extraño ser mientras se acerca lentamente hacia Blax.
—Finalmente, Si, no soy el único ser que puedo hablar un finlandés fluido. Pero ¡No te preocupes por que pronto lo seré! —comenta el extraño ser mientras arranca del pecho de Lord Blax su corazón para así ponerlo en el pecho del cadáver que yace en la mesa y proceder a darle vida.
—Creo que es hora de acomodar la balanza querido Need— comenta la extraña criatura mientras mira a los ojos a el cadáver puesto en pie de Need Stark.
la lectura me a dado un pensar muy diferente de como entender la vida ya que los personajes, llenos de miedo, hablan del verdadero papel del hombre en el universo, cosa que guarda cierta simetría con la realidad en relación con cada persona. Así mismo me han dado a entender que nuestras generaciones pasadas han descubierto como funciona la tierra, nomas que fueron casualidad, llevándonos a una ignorancia la cual nos hace abusar de la naturaleza; y no es por ser pesimista pero si algún día no valoramos la madre tierra como se debe moriremos por nuestras propias hazañas.
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