Las dos olas

 Alejandro Anthony Potosi Castro

Hernán un chico bastante aplicado y responsable ese día se le paso la hora de

despertarse ¡Voy a llegar tarde! Decía, ese día tenía una clase de economía la cual no

quería perder. Se apuro lo más que pudo, sus piernas nunca se habían movido tan

rápido y aun así el tráfico en más de un punto de la ciudad no le permitió llegar a

tiempo, se había perdido de una interesante historia de su clase de economía, de un

tema bastante importante.

Estuvo observando unos minutos a sus compañeros salir de clase y en este

tiempo aprovecho para intentar des atrasarse, todos estaban algo agotados y la única

respuesta que obtuvo fue “todo está en el libro de letras doradas” esto fue gratificante

para él y se dirigió hasta la profesora quien ya iba de salida, ella amablemente entendió

y le dio prestado aquel libro despidiéndose ambos con una sonrisa, Hernán estaba muy

agradecido y se dirigió directamente a su casa con el propósito de devorar aquel libro.

Sentado en su cama empezó con la lectura, el titulo era “Las olas de la

economía” y era algo sospechoso ya que no contaba con el nombre de algún autor por

ningún lado. Estuvo unas cuantas horas leyendo acerca de cómo cada ola

representaba un periodo en el tiempo y como se diferenciaba el uno del otro, hasta que

le empezó a entrar algo de sueño. Se levanto en dirección a la cocina medio dormido

mientras en sus oídos escuchaba un sonido bastante igual al de las olas en la playa, se

estaba sintiendo muy extraño así que decidió dar la vuelta, pero sus pies se sentían

pesados debido a una corriente de agua la cual él no sabía de donde provenía, se

alteró un poco al ver como esta subía cada vez más, hasta que inhalo por última vez y

el agua lo cubrió por completo.

No podía respirar, pero aun así no sentía asfixia alguna y solo veía un azul

oscuro hacia donde fuera que mirara. Estuvo en ese estado solo por un breve momento

con los ojos cerrados, hasta que comenzó escuchar una voz a lo lejos, era un sonido y

no una palabra compleja pero se estaba refiriendo hacia él, enseguida abrió los ojos y

vio medio borroso a un hombre vestido con ropa que parecía desgastada y haberse

hecho a base de diferentes pieles el cual le estaba señalando hacia una especie de

arbustos con vayas queriendo darle a entender que tenía que ir a recogerlas, Hernán

algo confundido se dirigió hasta aquellos arbustos y recogió un cesto de una fruta

similar a las moras pero de un color más verdoso, en el proceso se hizo algunas

heridas y cuando volvió al punto de partida se encontró con un grupo conformado por

seis mujeres y ocho hombres los cuales vestían también ropa desgastada hecha de

pieles, lana y unos cuantos túnicas de lino.

Al intentar dirigirles la palabra se dio cuenta que de su boca no salían palabras

español sino en un idioma que el desconocía, pero aun así lograba entender, pensó

que se encontraba en un sueño así que no le dio importancia, entonces un integrante

que estaba más lejos dio una señal y todos empezaron a moverse se dirigían a un

pequeño asentamiento temporal que habían realizado para utilizar la corriente de un rio


para darse baños y cultivar un tiempo. Hernán estuvo observando a estas personas y

se dio cuenta que contaba con características de la primera ola mencionada en el libro

ya que eran agricultores y cazadores que usaban fuerza propia y producían su propio

alimento en pocas cantidades para que apenas alcanzara. Al día siguientes acompaño

a uno de sus compañeros a revisar una rueda el cual era un invento novedoso según

todos pero que todavía no lograban hacer que funcionara, al llegar vio Hernán una

rueda hidráulica bastante primitiva y defectuosa la cual casi que no lograba sostenerse,

por tanto, entre ambos intentaron acomodarla, intentaron con tanta fuerza que Hernán

resbalo por una piedra y se golpeó la cabeza desangrándose allí mismo.

Todo se estaba tornando borroso y oscuro mientras escuchaba gritos de aquel

que lo había acompañado los cuales se opacaban por el sonido de una corriente. Abrió

los ojos y estaba en el suelo del pasillo hacia la cocina.

ya era medio día y el todavía no podía creer lo que había ocurrido e incluso

había olvidado comer, hasta que se dio cuenta que ya era muy tarde entonces

comenzó otra vez a leer el libro dejando de lado sus preocupaciones mientras

introducía un pedazo de dona en su boca. esta vez antes de que terminara de leer la

segunda ola sintió que el libro era demasiado pesado y empezó a escuchar de nuevo el

sonido del mar, mientras que al mismo tiempo escuchaba golpes metálicos en el fondo,

sacudió su cabeza, parpadeo y de repente ya tenía un pico en su mano pues se

encontraba en una caverna con una luz tenue. a sus lados había muchos hombres

algunos jóvenes y otros algo viejos, pero todos estaban en la misma situación, Hernán

pregunto a estos hombres acerca de que estaban haciendo, y estos le respondieron

"minando carbón" en un tono algo confuso. ese día el pago no fue mucho y Hernán no

comprendía que estaba ocurriendo, pero en sus bolsillos encontró una foto de una

familia tradicional y sintió cierta familiaridad pues él estaba en esa foto. no sabia que

dirección tomar, así que decidió entrar nuevamente en la caverna lo cual estaba

prohibido después de la hora laboral, el aire era muy denso y casi no podía respirar por

la contaminación dentro de esta hasta que Hernán ya no pudo más y cayó al piso

teniendo así un flashback de una familia que en una casa desconocida lo esperaba con

ansias y al final de este un mensaje que decía la cronología de las olas es un breve

vistazo a lo que fue pero con un mayor esfuerzo lograras desentrañar aún más

información de lo que fue es y será, solo tienes que continuar el camino de la lectura y

lo lograras. Hernán abrió sus ojos y se encontraba sentado en un jardín con el libro en

sus manos, al abrirlo se encontraba casi en su totalidad en blanco a excepción de una

frase que decía "La comprensión es una ola perpetua; sigue navegando en la

búsqueda de lo que es, lo que fue, y lo que será." Continua con “La tercera ola” Hernán

al leer esto quedo desconcertado e intrigado, por este motivo continuara su búsqueda

por aquella información.


Rivera Lozada, A. C (13 y 15 de agosto de 2024) Sistema de oleaje tecnosfera,

sociósfera e infósfera [Clase] Historia Económica General, Programa de

Economía, Universidad del Cauca, Popayán.

Comentarios

  1. La forma en la que esta escrito me pareció bacana e interesante, me atrevería a decir que la historia es conmovedora y atrapante, inclusive diría que es la historia de un viajero del tiempo estilo Doctor Who que es testigo de los Medios y Modos de producción desde la perspectiva de las olas planteado por Alvin Toffler.

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  2. El texto nos invita a reflexionar sobre temas profundos como la historia, la identidad, la economía y la condición humana. Puesto que, cada ola representa una etapa del desarrollo económico, desde la economía de subsistencia hasta la industrialización y, posiblemente, hacia una era tecnológica aún por definir. Los sueños de Hernán simbolizan un viaje y a su vez un intento por comprender el mundo que lo rodea, cada sueño lo sumerge en una etapa distinta de la historia económica, permitiéndole experimentar de primera mano las condiciones de vida y los desafíos de cada época. Así mismo, el texto nos señala que el conocimiento nunca termina y la comprensión de este es un proceso para entender quienes somos y porque hacemos lo que hacemos.

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  3. Me parece una historia super interesante y que me pone a dudar, trata temas importantes planteados por Alvin Toffler sobre la economía. la relación entre sueños y realidad hace que quiera saber mas sobre el oleaje de la historia.

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