La influencia de Keynes y la gran depresión

 Leidy Ximena Gutiérrez Manzano

¿Qué es la economía keynesiana?

Durante la Gran Depresión de los años treinta, la teoría económica del momento no

pudo explicar las causas del grave derrumbe económico mundial ni tampoco brindar

una solución adecuada de políticas públicas para reactivar la producción y el

empleo. El economista británico John Maynard Keynes encabezó una revolución del

pensamiento económico que descalificó la idea entonces vigente de que el libre

mercado automáticamente generaría pleno empleo, es decir, que toda persona que

buscara trabajo lo obtendría en tanto y en cuanto los trabajadores flexibilizaran sus

demandas salariales (recuadro). El principal postulado de la teoría de Keynes es

que la demanda agregada —la sumatoria del gasto de los hogares, las empresas y

el gobierno— es el motor más importante de una economía. Keynes sostenía

asimismo que el libre mercado carece de mecanismos de auto-equilibrio que lleven

al pleno empleo. Los economistas keynesianos justifican la intervención del Estado

mediante políticas públicas orientadas a lograr el pleno empleo y la estabilidad de

precios.

Hay tres elementos fundamentales en la descripción keynesiana del funcionamiento

de la economía:

• En la demanda agregada influyen muchas decisiones económicas, tanto públicas

como privadas. Las decisiones del sector privado pueden a veces generar

resultados macroeconómicos adversos, tales como la reducción del gasto de

consumo durante una recesión. Esas fallas del mercado a veces exigen que el

gobierno aplique políticas activas, tales como un paquete de estímulo fiscal. Por lo

tanto, el keynesianismo apoya una economía mixta guiada principalmente por el

sector privado pero operada en parte por el Estado.

• Los precios, y especialmente los salarios, responden lentamente a las variaciones

de la oferta y la demanda, algo que genera situaciones periódicas de escasez y

excedentes, sobre todo de mano de obra.

• Las variaciones de la demanda agregada, ya sea previstas o no, tienen su mayor

impacto a corto plazo en el producto real y en el empleo, no en los precios. Los

keynesianos creen que, como los precios son un tanto rígidos, las fluctuaciones de

cualquier componente del gasto —consumo, inversión o gasto público— hacen

variar el producto. Si el gasto público aumenta, por ejemplo, y todos los demás

componentes se mantienen constantes, el producto aumentará. Los modelos

keynesianos de actividad económica también incluyen un efecto multiplicador; es

decir, el producto varía en algún múltiplo del aumento o disminución del gasto que

causó la variación. Si el multiplicador fiscal es mayor de uno, un dólar de aumento

del gasto público se traduciría en un aumento del producto superior a un dólar. (...)


ANÁLISIS:

El texto ofrece una visión general del pensamiento keynesiano, quién ha dejado

una marca indeleble en la teoría económica y las políticas públicas. Su principal

postulado, el énfasis en la intervención estatal para estabilizar la economía, surge

como respuesta a la incapacidad de las teorías económicas predominantes durante

la Gran Depresión para explicar y abordar eficazmente el colapso económico global,

y su evolución hasta la actualidad, destacando su resurgimiento durante la crisis

financiera de 2007–2008.

El núcleo de la teoría keynesiana se encuentra en la convicción de que la demanda

agregada, compuesta por el gasto de hogares, empresas y gobierno, actúa como el

motor principal de la economía. En este contexto, Keynes sostiene que el libre

mercado carece de mecanismos de auto equilibrio capaces de conducir al pleno

empleo, subrayando la necesidad de intervención estatal para corregir las fallas

inherentes al sistema, tal como nos proponen los clásicos con sus teorías de que los

mercados se autoequilibran y que “toda oferta genera su propia demanda” . Aunque

esta perspectiva ha demostrado ser crucial en momentos de crisis económicas, las

críticas señalan sus limitaciones y posibles consecuencias a largo plazo. Si bien en

el texto se destaca la importancia de la demanda agregada para estimular la

economía, se echa de menos una consideración de críticas fundamentales, como

las presentadas por los economistas de la Escuela Austríaca. Estos críticos

argumentan que las fluctuaciones económicas son parte natural del orden

económico y cuestionan la eficacia y los riesgos a largo plazo asociados con la

intervención estatal. En lugar de limitarse a resaltar la posición keynesiana, el

análisis podría haberse beneficiado al abordar de manera más completa las

perspectivas opuestas, brindando así una visión más equilibrada y detallada de la

teoría y sus implicaciones.

La Economía Keynesiana también ha sido objeto de críticas en relación con su

visión de la intervención estatal como la principal herramienta para moderar el ciclo

económico. Los críticos argumentan que las políticas fiscales y monetarias

propuestas por Keynes pueden tener efectos secundarios significativos, como la

inflación y el endeudamiento excesivo del Estado. El énfasis en el gasto deficitario

durante las recesiones, aunque puede estimular la economía a corto plazo, plantea

desafíos a largo plazo en términos de sostenibilidad fiscal y estabilidad económica.

La integración del sector financiero en la teoría keynesiana es otro aspecto crítico

que ha surgido, especialmente después de la crisis financiera de 2007–2008. La

crisis reveló la necesidad de una comprensión más profunda de la interconexión

entre los sectores real y financiero de la economía, lo que ha llevado a una revisión

y adaptación continua de las ideas keynesianas.


La teoría keynesiana también ha experimentado su declive de popularidad en varias

ocasiones, más notablemente durante la década de 1970 cuando muchas

economías avanzadas enfrentaron estanflación, una combinación de inflación y

crecimiento económico lento. La incapacidad de la teoría keynesiana para ofrecer

soluciones efectivas en este contexto llevó a la pérdida de confianza en sus

premisas básicas. Los monetaristas, liderados por figuras como Milton Friedman,

cuestionaron la eficacia de las políticas fiscales y abogaron por el control de la oferta

monetaria como una herramienta más efectiva para estabilizar la economía.

La evolución del pensamiento keynesiano en respuesta a estas críticas es un

aspecto importante a considerar. La incorporación de una mejor comprensión de las

dinámicas a corto y largo plazo, así como la consideración de la neutralidad del

dinero a largo plazo, refleja la adaptabilidad de la teoría. Sin embargo, la

persistencia de críticas, la emergencia de nuevas escuelas de pensamiento y la

necesidad continua de ajustes indican que la Economía Keynesiana no es una

panacea y requiere evaluación constante.

En conclusión, la Economía Keynesiana, con su énfasis en la intervención estatal

para estabilizar la economía, ha sido una fuerza influyente en la teoría económica y

las políticas públicas. Sin embargo, no está exenta de críticas sustanciales que

cuestionan sus fundamentos y la eficacia de sus propuestas. En un mundo

económico dinámico y cambiante, la teoría keynesiana continúa evolucionando y

adaptándose, pero su aplicación práctica y sus implicaciones a largo plazo siguen

siendo temas de debate y reflexión. La economía es intrínsecamente compleja, y

ninguna teoría única puede ofrecer todas las respuestas. La evaluación crítica de la

Economía Keynesiana es esencial para desarrollar enfoques económicos más

holísticos y efectivos


REFERENCIAS

Sarwat Jahan, Ahmed Saber Mahmud y Chris Papageorgiou, 2014. Finanzas y Desarrollo

https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2014/09/pdf/basics.pdf

Comentarios

  1. Hay muy buena redacción en el texto donde nos ofrecen un análisis detallado sobre la teoría Keynesiana y su papel en la intervención estatal en la economía, también hacen aclaraciones de cuales pueden ser los pro y los contra de implementar este modelo en la economía, pues si bien Keynes enfatiza en el desempleo y inflación muchas veces en la practica de su propia teoría se puede caer en una crisis inflacionaria, pero es valido que en este texto recalquen este posible suceso y permita tener el conocimiento de ello a quien lo lee.

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  2. El texto nos explica de manera detallada de que forma la teoría keynesiana surge en tiempos de la gran depresión como mano salvadora de las diferentes complicaciones que esta trajo en su momento, desafiando así la hegemonía de la teoría clásica en la economía y trayendo consigo postulados controvertidos como una mayor intervension del estado, poniendo en duda la generación automática de empleo por parte del libre mercado y la importancia de la demanda agregada.

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  3. Me parece bastante interesante este ensayo, pues brinda elemento básicos necesarios para la comprensión general de la teoría Keynesiana. Permitiéndonos reconocer el porque en la actualidad tiene tanta relevancia. Podemos encontrar diversos elementos del contexto donde nacen estas ideas de Keynes, los cambios económicos y sociales que vivía esa época, los aportes y soluciones que brindaron estas teorías en ciertos momentos históricos cruciales. Como también nos muestra conceptos y líneas de pensamiento fundamentales en el desarrollo de las ideas Keynesianas, como por ejemplo: la importancia de la intervención del estado en el desarrollo económico, la falacia tras los planteamientos clásicos de la regulación propia del mercado, la imposibilidad de coexistencia entre la inflación y el desempleo.

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  4. Creo que el debate sobre el mejoramiento de la economía siempre se encontrara en función de tomar bando entre el pensamiento neoliberal y el pensamiento Keynesiano. Para los que tienen dinero, el camino casi siempre será el neoliberalismo. Pero, para los que sufren altamente de las crisis económicas, el Keynesianismo se mostrara como una gran respuesta a todas las nefastas políticas desiguales.

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  5. Este texto detalla las consideraciones del pensamiento keynesiano, cuyo surgimiento se atribuye principalmente a las dificultades de la economía neoclásica para abordar las crisis del capitalismo vigente. En este contexto, el cambio de una política liberal a una más intervencionista plantea la cuestión fundamental de cuán importante es el papel del Estado en el mercado. Algunos argumentaban que el Estado debía ser esa "mano invisible" que promulgaba Adam Smith. Por lo tanto, resulta relevante analizar las implicaciones de las políticas intervencionistas en América Latina a lo largo del desarrollo de la teoría keynesiana y sus repercusiones.

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