Keynes y la critica a algunos postulados clásicos
Victor Manuel Quintero Ceballos
“La Teoría general de la ocupación el interés y el dinero” de John Maynard Keynes fue sin
lugar a dudas un hito en la historia de la economía como ciencia, ya que junto a él nació la
macroeconomía como disciplina en la episteme económica. De hecho, fue tan grande el aporte
del modelo Keynesiano a la economía, que cada vez que se habla de crisis financieras, se trae a
colación el Keynesianismo, que a pesar de estar “rezagado” (de manera despectiva) por los
economistas del siglo XXI, siempre se trae a la mesa de las discusiones económicas. Por lo
anterior, este texto analiza el keynesianismo y sus criticas a los modelos clásicos.
Los dos postulados clásicos
La crítica Keynes se centraba en los postulados clásicos sobre la igualdad del salario real y el
producto marginal del trabajo y; la igualdad del salario real y la desutilidad marginal del trabajo.
Donde Keynes aceptaría el primer postulado, ya que, desde su perspectiva, las empresas con lo
precios y los salarios dados (por la oferta y la demanda) buscan maximizar sus beneficios en un
mercado con competencia perfecta. Esto significa que, las empresas contratan personal hasta el
punto en que el salario real que se paga sea igual al valor adicional que aportan los trabajadores
en la producción. Esta aceptación por parte de Keynes resulta extraña, ya que él critica las
premisas “poco reales” de los Neoclásicos y claramente el primer postulado contiene la premisa
de la competencia perfecta en el mercado, que no es a fin a la realidad en general.
El segundo postulado nos dice que el salario real es igual a la desutilidad del trabajo; es decir,
que en un mercado atomístico los hogares puedan decidir cuánto trabajar en función de que el
salario compense la desutilidad generada por el trabajo, buscando maximizar la satisfacción
(utilidad) consumiendo más y trabajando más, pero sin sacrificar mucho tiempo libre (los
trabajadores deciden cuánto trabajar). Keynes rechaza este postulado y agrega que, además de las
restricciones de presupuesto, los hogares no pueden vender la cantidad de trabajo que estos
quisiesen, lo que implica que, en el mercado real, factores como el desempleo y otras
condiciones del mercado laboral pueden influir en la cantidad de trabajo ofertado por los
trabajadores y que por ende es cuestionable la igualdad del salario con la desutilidad marginal del
trabajo. Por lo cual, el planteamiento de Keynes desde la perspectiva de un mercado real es
“generalmente” cierto, ya que las personas (tomando como ejemplo a Colombia) no son capases
de decidir la cantidad de trabajo y por consiguiente la cantidad de salario que deseen y que por lo
tanto no tienen la capacidad de consumir y de tener una utilidad que sacie la desutilidad del
trabajo. Por lo tanto, la ley de Say donde la oferta crea su propia demanda se derrumba y que, en
su lugar, la demanda agregada toma un papel clave. Cabe recalcar que cuando se crea un exceso
de oferta de trabajo debido a una gran cantidad de desempleo, los hogares demandan bienes y
servicio en menor medida (ajustan a la baja su consumo); lo que significa que la demanda
efectiva determina el nivel de producción y d empleo.
El fenómeno de la predicción a largo plazo en la economía
Keynes critica ampliamente la noción de que la economía se puede predecir perfectamente. Él
argumenta que los seres humanos no tenemos la capacidad de predecir los hechos futuros de
manera perfecta y que nuestra capacidad predictiva se va haciendo menos precisa a mediada que
alejamos nuestra vista del presente ya que la economía, la sociedad y el mundo en general tienen
una cantidad de fenómenos y factores impredecibles, como los fenómenos naturales, los cambios
culturales y políticos, los avances en ciencia y tecnología e infinidades de etcéteras; por lo cual
generamos interpretaciones erróneas de la economía, ya que no tenemos en cuenta la
incertidumbre y la variabilidad de los pensamientos humanos a lo largo del tiempo.
Por lo anterior, Keynes sugiere que las expectativas futuras no están condicionadas por la
capacidad de prever el futuro, si no por variables exógenas presentes (o que van a suceder en el
corto plazo) que son incontrolables, por lo cual, la predicción se da por las expectativas que
generan las variables exógenas en el corto plazo (más exactamente en el presente), tales como:
cambios en la geopolítica, guerras, eventos de magnitud mundial, etcétera. A su vez, Keynes
sugiere que las expectativas son trasplantables de sujeto a sujeto , es decir, si existe un gran
numero de personas con x expectativa sobre una acción, es muy probable que al entrar una nueva
persona esta se trasplante así misma esta expectativa o que en su defecto, cuando una persona
con mucho poder económico opina sobre una acción del mercado trasplanta expectativas en las
otras personas, tal es el caso de Elon Musk que por una simple declaración subió el precio de una
moneda virtual.
En conclusión, la crítica de Keynes hacia los planteamientos neoclásicos en su momento fue
completamente pertinente y acertada y sus aportaciones criticas hacia la economía no dejan de
ser brillantes a pesar de que hoy en día, en tiempos donde “no hay” crisis los keynesianos sean
tachados de “poco conocedores” e incluso “charlatanes”.
ROS, Jaime (2012;19-37). “La Teoría de Keynes y la Macroeconomía Moderna”. Investigación
Económica, vol. LXXI. Distrito Fdeferal, Mexico
Estoy de acuerdo con la irracionalidad del desprecio hacia los pensadores que se basan en la teoría keynesiana, pues esta ha resultado de gran utilidad para contrarrestar las crisis, aun así, tal vez se ha visto perjudicada por su crisis propia en la década de los 70's y el ascenso predominante del neoliberalismo que sataniza de manera ferviente cualquier minúscula intervención estatal. Pero difiero con el autor sobre la situación actual, la economía mundial se encuentra en una situación bastante preocupante, pues los estragos de la pandemia Covid-19 en materia económica aún están por verse y sería cuanto menos hilarante que la crisis llegue a tal punto que requiera de nuevo la intervención como en el 2008, dada la postura política de los líderes mundiales actuales
ResponderBorrarDentro del marco de las expectativas, encuentro una particularidad en el análisis que se realiza, puesto que si bien Keynes plantea que estas son determinantes en las crisis, la confianza juega un papel fundamental, la cual en muchos casos viene o surge de acontecimientos pasados, por lo que afirmar que las personas toman decisiones por medio de lo que mencionas "variables exógenas del presente en el corto plazo"; se deja de lado la experiencia humana, la cual juega un papel importante en la toma de decisiones, y que incluso, puede ser más determinante que las presentes.
ResponderBorrarSon de gran importancia los postulados que presenta Keynes en contra posición de los clásicos, debido a que brinda un análisis distinto de la ocupación en una economía y como entender el salario real. Considero que las desiciones a largo plazo no sólo están determinadas por variables exógenas, si no que existen variables endógenas a tener en cuenta como la inversión que va de mano con la confianza y las fluctuaciones en el empleo que puede tener un impacto significativo en la demanda agregada.
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ResponderBorrarEn mi opinión, el texto plantea una crítica interesante sobre cómo las personas con poder económico pueden influir en el mercado. Sin embargo, la conclusión sobre las críticas de Keynes y los keynesianos parece un tanto cortas. Es importante reconocer que la economía es un campo complejo y diverso, y que diferentes enfoques y teorías tienen su valor y pueden ser aplicables en diferentes contextos.
El texto destaca acertadamente cómo Keynes cuestiona las premisas poco realistas de los modelos neoclásicos, especialmente en lo que respecta al comportamiento de los hogares y las restricciones en el mercado laboral. La discusión sobre el fenómeno de la predicción a largo plazo en la economía es particularmente enriquecedora. El texto captura de manera efectiva la crítica de Keynes a la noción de predictibilidad perfecta y su énfasis en la incertidumbre y la variabilidad inherentes a los procesos económicos y sociales. Además, la explicación sobre el papel de las expectativas y su "transplantabilidad" entre individuos es un aporte valioso. Además, menciona la relevancia del keynesianismo en tiempos de crisis, lo cual sigue siendo relevante pues el mundo ha tenido, tiene y seguirá teniendo crisis económicas, pues a lo largo de los años se ha demostrado que pueden a llegar a ser cíclicas, presentándose en diferentes partes del mundo cada cierto tiempo y por razones que pueden repetirse o ser totalmente diferente
ResponderBorrarEl análisis de Keynes sobre la incapacidad de predecir a largo plazo y la influencia de variables exógenas en las expectativas sigue siendo válido y ha sido corroborado por eventos económicos recientes, donde factores imprevistos han tenido un impacto significativo en los mercados.
ResponderBorrarAunque algunas de sus premisas puedan ser discutibles, la contribución de Keynes al desarrollo de la macroeconomía y su enfoque en la intervención estatal para regular los ciclos económicos han dejado un legado duradero en la teoría económica. en un mundo cada vez más complejo e impredecible, las ideas keynesianas podrían ser revisitadas y complementadas con nuevos enfoques para abordar los desafíos económicos contemporáneos, en lugar de ser desestimadas por completo.